BUENDÍA
MARTÍNEZ, UN PINTOR DE CALIDAD Y CALIDEZ
Antonio Buendía Martínez es el autor del cartel anunciador del Festival de Cante
Flamenco de Lo Ferro en su edición número 36.
No es fácil hablar de los amigos: a alguien le puede
parecer que están donde están y que los ensalzamos por ser tan buenas personas,
por ser tan cercanas, porque los queremos tanto, porque los apreciamos desde
una óptica subjetiva. ¡Faltaba más! Como dice El Principito, se conoce mucho más a través del corazón que
mediante la razón.
Por eso me permito hablar, brevemente, de Buendía Martínez, que es como le gusta
que le conozcamos en el plano cultural, artístico y pictórico.
Es un creador de mucho talento. Lo demuestra en su
variopinta obra, siempre con una gran carga etnográfica. Tiene una óptica fina
que le permite ver lo que otros no perciben, y, sobre todo, es muy interesante
cómo plasma su peculiar visión de cuanto otea.
Con estudios en la Universidad de Murcia, se ha ganado un lugar de privilegio en la Academia Alfonso X El Sabio.
Ha aprendido de los mejores, como Ángel Hernánsaez, Torregar, José Lucas,
Cristóbal Gabarrón, Pedro Cano o Antonio
López. Y ya es uno de los mejores también.
Ha experimentado una intensa actividad que le ha
llevado a colaborar con multitud de entidades públicas y privadas. Hemos
coincidido en revistas y publicaciones diversas. Recuerdo (no sé si él también)
con mucho cariño la revista Artloft.
Y ha realizado igualmente carteles en más de una ocasión en festivales y celebraciones
emblemáticas. Citar algunas, y son
muchas, sería dejar atrás a otras. Por eso no lo hago.
Ha expuesto en las principales salas de todo el país
(y no es tópico), y aquí también. Una de sus últimas muestras, que tuve el
honor de prologar, fue en el Casino de Murcia.
En España ha estado en puntos de gran relieve cultural y, en el caso de
las exposiciones colectivas, ha sido catalogado como uno de los grandes
pintores contemporáneos.
Ha escrito libros, ha ganado certámenes literarios y
tiene reconocimientos por medio planeta. Lo importante, claro está, es que los
merece. Ha viajado a los confines de la Tierra. Hace unos años expuso incluso
en Australia, donde estuvo unos meses de estancia, reflexión y trabajo.
Dejo para el final lo que creo que es más destacable.
Es, fundamentalmente, una buena persona, excelente diría yo. El cartel es
prueba de que vale mucho en lo profesional y también como hombre, como ser
humano. Le damos las gracias, como no podía ser de otro modo, de parte de toda
la familia ferreña, y que sepa que el corazón de todos nosotros siempre irá con
él.
Un fuerte abrazo,
Juan Tomás Frutos
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